Pero, ¿sabemos todos qué es el shiatsu? Pues es una terapia
milenaria japonesa que consiste en la correcta canalización de la
energía vital (chi) a través de unos canales llamados
meridianos mediante la presión en ciertos puntos del cuerpo. En el
shiatsu esa presión se realiza con los dedos y las palmas de las
manos, así como con los codos y rodillas. Os aseguro que es algo
digno de sentir, placentero, sútil o ligeramente doloroso, pero, en
cualquier caso, os acordareis gratamente de la sensación que
produce.
Los beneficios del shiatsu se pueden resumir en que mejora el estado
general del organismo, ya que relaja, disminuye el nivel de estrés
físico y emocional, e incluso elimina el insomnio y las migrañas.
Al proporcionar un equilibrio energético también es capaz de
mejorar los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo, favorece la
circulación sanguínea, tonificar la musculatura, evitar la
retención de líquidos y favorecer el drenaje linfático y la
eliminación de toxinas. También puede aliviar dolores musculares,
de espalda, lumbalgias o ciáticas; acabar con la fatiga y mejorar
los trastornos relacionados con la menopausia y la menstruación.
Parece que vale para casi
todo, pues es cierto, porque al tratarse de una técnica que restaura
el equilibrio energético, sus aplicaciones son muy diversas. La
enfermedad es producto de un desequilibrio de la energía según el
enfoque de la medicina tradicional china. Solo tienes que eliminar
barreras mentales y probarlo, es una terapia asequible y placentera.
¿Recuerdas la sensación de que alguien te acaricie el pelo? Mmm,
pues así, pero en todo el cuerpo :-)
Besotes y ¡saludos a Doña
Rutina tras la Semana Santa!