Cuando uno mira hacia atrás en el tiempo y recuerda todo lo
que se movía, lo que le daba tiempo a hacer, a ir de un sitio a otro sin pensar
en el cansancio, los dolores de espalda... siente añoranza de esos tiempos.
Pero, no nos quedemos ahí, no nos resignemos a vivir “en modo reposo”.
Pensemos, analicémonos nuestros puntos de dolor articular o
muscular. Revisemos los síntomas que
tenemos de un tiempo a esta parte y que antes no existían: pérdida de memoria,
desorientación mental, cambios de humor, irritabilidad, gases, boca seca, hinchazón,
dolores de cabeza, fatiga, estreñimiento...
¿A dónde quiero parar? Pues a que debemos analizar nuestro
estado de salud de una forma general, holística y, a veces, la causa de una
dolencia está donde menos se espera. En muchos casos la razón puede ser un ser
microscópico como la candida albicans. Y es que los anteriores síntomas pueden
responder a un estado de Candidiasis intestinal o Candidiasis sistémica en
cualquier otra parte del cuerpo.
La candidiasis es una infección causada por hongos que,
aunque normalmente vive en el intestino, puede llegar a hacer verdaderos
estragos si se extiende de forma incontrolada. Demasiados azúcares, incluida la fructosa, hidratos de carbono, frituras,
refrescos, alcohol, carnes rojas, antibióticos, vacunas... hacen despertar a la
bestia, a la candida, que crece con la fermentación de los alimentos citados y
daña nuestro intestino. ¿Cómo actúa? Pues degradando las paredes del intestino
y expulsando al torrente sanguíneo más de 79 sustancias tóxicas, que son las
responsables de todos esos síntomas físicos y emocionales negativos que he citado
antes y de muchos otros. Para los que queráis saber más, una fuente de información es la web de
la Asociación Española de
Candidiasis.
Si sospecháis que podéis sufrir candidiasis, acudid a vuestro
médico y pedidle que realice las pruebas pertinentes. En el caso de la
candidiasis intestinal, su diagnóstico se realiza a partir de muestras de orina y de heces, pero existe también una forma casera de diagnosticarla con bastante
probabilidad. En un vaso de agua, echa la primera saliva de la mañana (sin
beber agua ni cepillarte los dientes antes). Si al cabo de una hora, la
saliva baja en hilillos y se deposita en
el fondo (al ser una levadura pesa y se va a el fondo), la prueba es positiva.
Tienes cándida L
En este caso, modificar tu dieta es imprescindible. Debes eliminar
todos los alimentos que la hacen crecer (azúcares, hidratos de carbono, frituras,
refrescos, alcohol y carnes rojas). Además, os recomiendo tomar algún producto
de fitoterapia que ayuda a reducirla de forma natural, por ejemplo, perlas de
aceite de orégano con clavo, cilantro en pastillas o zumo de pomelo en
pastillas. También os aconsejo terapias como la acupuntura que permite
equilibrar los canales energéticos que van directos al bazo y al intestino, lo
cual puede ayudar mucho en el proceso de curación.
Suerte a los positivos, un mes de paciencia, siguiendo estas pautas y se acabarán vuestros males. Creedme, merece la pena, yo lo he comprobado :-)
¡Buena semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario