domingo, 21 de septiembre de 2014

Kinesología, la vuelta al pasado

Quien esté libre de porrazos cuando era pequeño que tire la primera piedra. Me refiero a esos golpes que de pequeños nos hemos dado todos, pues esos trompazos han permanecido en silencio con nosotros toda nuestra existencia. Aunque nosotros hemos sido inconscientes de ello, son la causa de muchos dolores e inmovilizaciones que sufrimos a lo largo de la vida.
Todo esto,  es lo que nos muestra la Kinesología.

En griego, kine, significa movimiento, por tanto, la kinesología sería la disciplina que nos “descubre” a través de lesiones pasadas y estudia nuestros bloqueos, dolores e inmovilizaciones en el presente, analizando el tono muscular. En concreto, la kinesología es una técnica para diagnosticar lesiones  a través del tono muscular. 

Relaciona músculos y órganos de manera que si hay un problema de rigidez, es que existe un bloqueo del órgano afectado y, por tanto, un problema de movilidad.  Así, permite trabajar en los tres planos: energético, físico y mental. Por ello, en una misma sesión se puede hacer acupuntura, movilizaciones, estiramientos, presiones, torsiones, electroestimulación y ultrasonidos.

Las aplicaciones más comunes de la kinesología son los problemas relacionados con el aprendizaje, la memoria y la falta de concentración. También la ansiedad, el dolor, el estrés y el agotamiento por la falta de energía y, por supuesto, para personas con trastornos musculares y de movilidad.

He de decir, sin embargo, que la kinesología con electroestimulación y ultrasonidos está contraindicada para embarazadas, personas con problemas cardiacos o diagnosticados de cáncer.
El resto de la población podemos beneficiarnos de una terapia que os recomiendo totalmente, que nos ayuda a desbloquear tanto nuestro cuerpo como nuestras emociones.

¡Atreveos!

Feliz semana J

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