sábado, 5 de julio de 2014

¡Retención, retención!


Estamos en verano, sí, una maravillosa estación…en la que nos damos cuenta de nuestro volumen corporal. Con la llegada del buen tiempo y la disminución de ropa, somos más conscientes de nuestro cuerpo.
Hay una explicación a todo esto que, año tras año, se repite como el día de la marmota. Nuestro cuerpo retiene líquidos en los tejidos debido a un desequilibrio en la forma de trasladar el líquido para ser eliminado. El líquido no se elimina y se acumula en forma de pesadez e hinchazón de piernas, manos y, por supuesto, en forma de la temida celulitis.
Las causas de ese desequilibrio y, por tanto, de la retención de líquidos pueden ser problemas circulatorios, una incorrecta hidratación o trastornos en ciertos órganos como el hígado o los riñones. Otras causas son la falta de ejercicio, el sedentarismo, la ingesta de medicamentos, el estrés...
¿Qué podemos hacer? No es nada nuevo, pero es muy importante beber abundante agua durante el día, es la mejor manera de perder líquidos.
Podemos potenciar la pérdida de líquidos con productos naturales que ayudan a drenar. Son preparados con extractos vegetales como la cola de caballo, el diente de león, la alcachofa, la piña, melisa. A ello hay que añadir potasio para evitar que nos baje demasiado el nivel de potasio al eliminar los líquidos sobrantes. Por otra parte, de forma externa, las cremas para mejorar la circulación y anticelulíticas biológicas (sin parabenos), si se aplican con sesiones frecuentes de masajes resultan muy efectivas. El masaje ayuda a reconducir la circulación venosa, ya que activa y mueve las células, y  a la vez contribuye a eliminar toxinas y grasas.
Hay varios tipos de masajes anticelulíticos, por una parte, están los drenantes  que  movilizan los líquidos alojados entre la grasa llevándolos hacia los ganglios, con ello la piel se alisa y gana firmeza. En algunos casos, la pérdida de volumen puede ser visible incluso en la primera sesión. Existen masajes capaces de romper bolsas de grasa, éstos pueden llegar a ser dolorosos, pero en ciertas situaciones, son eficaces. También son conocidos los masajes de drenaje linfático, que persiguen además de eliminar líquidos, elimina toxinas.
Aunque es necesaria una valoración específica en cada caso, se recomiendan entre cinco y seis sesiones de masaje anticelulítico para notar resultados, la frecuencia idónea sería dos sesiones la primera semana, para seguir con una a la semana.
Finalmente, debemos prestar atención, por supuesto, a la alimentación si queremos eliminar líquidos. Lo ideal es consumir alimentos ricos en potasio como peras, manzanas, cerezas, arroz, avena, soja y cualquier tipo de verdura.

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