domingo, 29 de septiembre de 2013



Otoño, vuelta a los tacones


No sé a quién se le ocurrió la dolorosa idea de que las mujeres para ir más elegantes tenían que llevar tacones, supongo que al mismo al que se le ocurrió que los hombres les estrangulara un artilugio llamado corbata. No quiero comparar roles, sólo analizar el más perjudicial de estos dos ejemplos de indumentaria sexista: los tacones.
Aunque reconozco que hay mujeres que los llevan con gusto y ¡mucho arte!

Sin embargo la sabiduría popular lo advierte. ¿Os suena eso de “para presumir hay que sufrir”? Sí, sí, sufrir y mucho para parecer más alta, más estilizada, más glamurosa llevando zapatos de tacón. Y es que, los tacones muy altos provocan no solo cansancio, problemas circulatorios, dolor de pies, también son enemigos de los huesos, nervios y músculos del pié. Juanetes y “dedos de martillo” son los efectos más habituales del calzado de tacón. Además, si usamos tacones de más de 8 centímetros de altura de manera frecuente, se pueden producir lesiones en la articulación de la rodilla y deformaciones de la columna. Esto sí que es serio.

Nosotros, los osteópatas no podemos hacer milagros, pero sí podemos devolver en estos casos el equilibrio a la columna vertebral. Eso sí, si el paciente vuelve a usar zapatos con tacones tan vertiginosos, los efectos positivos de la terapia serán en balde. Como en casi todos los aspectos de la vida, hay soluciones intermedias. Calzar zapatos de hasta 4 centímetros no es perjudicial, ya que el peso del cuerpo está equilibrado.

Os dejo un vídeo de un maestro explicando qué efecto tienen los tacones en las lumbares. Interesante.
¡Buena semana!


miércoles, 18 de septiembre de 2013



¿Son inevitables las contracturas?
“Uy, uy uy… ¡qué dolor!” “No me puedo mover” “Tengo este lado hinchado”¿Te suena verdad? ¡Sip! Efectivamente. Tienes una contractura.
Pero, ¿sabes qué es exactamente una contractura? Es la contracción del músculo de manera involuntaria y continuada al hacer un esfuerzo, es decir, el músculo se encoge formando una bola, manifestándose un abultamiento que implica dolor. La aparición de la contractura puede darse durante  el ejercicio,  por la acumulación de metabolitos que provocan el dolor y la inflamación debido a la insuficiencia de irrigación sanguínea que depure esa zona. También pueden aparecer después del ejercicio, debido a la fatiga excesiva de las fibras, que no pueden relajarse.
¿Qué tipo de personas sufren más las contracturas? Pues precisamente las que no hacen ejercicio y de repente, realizan una actividad física como coger a sus hijos en brazos, correr para no perder el autobús, etc. porque sus músculos no están acondicionados. Asimismo, los malos hábitos posturales favorecen las contracturas.
¿Cómo podemos combatir las contracturas?
Es evidente que hay fármacos miorelajantes y antiinflamatorios que ayudan a “despistar al dolor”, pero se ha demostrado que lo más eficaz es un masaje para facilitar la recuperación de la movilidad, http://www.terapia-fisica.com/masaje-terapeutico.html evitando la formación de adherencias en el foco inflamatorio y aumentando el flujo sanguíneo. Así, se acelera la reparación del tejido con la propia fricción del masaje.
Por eso, además de recomendaros el masaje una vez que aparecen las contracturas, para evitarlas, lo mejor es habituarse a estirar los músculos antes de salir de casa. La mayoría de estos estiramientos los conocemos todos, pero os dejo un vídeo para ayudaros a estirar abdominales y espalda: http://www.youtube.com/watch?v=wsBaZ5IyyyE&feature=player_detailpage

martes, 10 de septiembre de 2013

La importancia del tacto, la importancia de lo vivo




Si pensamos por un momento en la sociedad que hemos creado, la mayor parte de lo que se vende hoy son imágenes, gestos, palabras… Nada de tocar o de que nos toque algo vivo. Eso lo solemos dejar para el sexo.
Pienso, por ejemplo, que habrá ancianos que dejen este mundo sin haber tenido jamás la oportunidad de sentir,  a través de su piel, el bienestar del tacto, es decir, no habrán disfrutado nunca de un masaje. Solo por no superar tabúes, barreras culturales o generacionales que asocian placer con pecado. Eso me pone muy triste.
La piel está conectada, sobre todo, con nuestro principal motor: el cerebro. Los masajes llegan a estimular hormonas, enzimas que activan mecanismos que equilibran el estrés, mejoran el sistema inmunológico y estimulan el sistema parasimpático normalizando el ritmo cardiaco y la respiración. También equilibra sistemas como el vascular, linfático, digestivo, reproductor, muscular, articular, óseo y nervioso, y mejora contracturas y demás tipos de problemas musculares.
En resumen, el tacto en forma de masaje repercute de forma beneficiosa la vida diaria. Mejora nuestro nivel de concentración, facilita el descanso nocturno…y sí, es un verdadero placer en muchas ocasiones. Por eso, ahora que ya ha llegado septiembre y para muchos la temida depresión postvacacional, ¿vas a seguir pasando de masajes? No piense más y ¡siente!

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Sabes qué es un masaje?

Comienzo este blog con un artículo sencillo y acertado sobre la definición de masaje y los diferentes tipos de masajes que existen.Hay una parte con la que estoy muy de acuerdo, y es cuando afirma que tanto el que recibe como el que da el masaje deben estar tranquilos y relajados. El receptor para  recibirlo de una manera positiva y el masajista, para  transmitir la energía y saber canalizarla por todo el cuerpo de la persona que está recibiendo el masaje. Aquí os lo dejo: http://www.revistanatural.com/archivos/10678

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